2 a la Iglesia de Dios que está en Corinto: a los santificados en Cristo
Jesús, llamados a ser santos, con cuantos en cualquier lugar invocan
el
nombre de Jesucristo, Señor nuestro, de nosotros y de ellos
3 gracia a vosotros y paz de parte de Dios, Padre nuestro, y del Señor
Jesucristo.
4 Doy gracias a Dios sin cesar por vosotros, a causa de la gracia de
Dios que os ha sido otorgada en Cristo Jesús,
5 pues en él habéis sido enriquecidos en todo, en toda palabra y en
todo conocimiento,
6 en la medida en que se ha consolidado entre vosotros el testimonio
de Cristo.
7 Así, ya no os falta ningún don de gracia a los que esperáis la
Revelación de nuestro Señor Jesucristo.
8 El os fortalecerá hasta el fin para que seáis irreprensibles en el Día
de nuestro Señor Jesucristo.
9 Pues fiel es Dios, por quien habéis sido llamados a la comunión con
su hijo Jesucristo, Señor nuestro.
10 Os conjuro, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a
que tengáis todos un mismo hablar, y no haya entre vosotros
divisiones;
antes bien, estéis unidos en una misma mentalidad y un mismo juicio.
11 Porque, hermanos míos, estoy informado de vosotros, por los de
Cloe, que existen discordias entre vosotros.
12 Me refiero a que cada uno de vosotros dice: «Yo soy de Pablo»,
«Yo de Apolo», «Yo de Cefas», «Yo de Cristo».
13 ¿Esta dividido Cristo? ¿Acaso fue Pablo crucificado por vosotros?
¿O habéis sido bautizados en el nombre de Pablo?
14 ¡Doy gracias a Dios por no haber bautizado a ninguno de vosotros
fuera de Crispo y Gayo!
15 Así, nadie puede decir que habéis sido bautizados en mi nombre.
16 ¡Ah, sí!, también bauticé a la familia de Estéfanas. Por lo demás,
no creo haber bautizado a ningún otro.
17 Porque no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el Evangelio.
Y no con palabras sabias, para no desvirtuar la cruz de Cristo.